México fue a la vanguardia continental en el reconocimiento de derechos humanos de primera generación. Abolió la esclavitud en 1810, incorporó los derechos del hombre al Acta constitutiva de la Federación de 1824 y estableció un estado laico con libertad de creencias en 1860. Fue el primer país del mundo en establecer en su constitución los derechos sociales, llamados de segunda genración, en 1917. Sin embargo ha ido a la zaga en los derechos de las mujeres y de las comunidades indígenas.
La reforma constitucional del 14 de agosto de 2001 dio menos derechos a las comunidades indígenas que el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y que ocho constituciones de países de nuestra América.
Nuestro país fue de los últimos cuatro en América Latina en otorgar la ciudadanía a la población femenina, hasta 1953, lo cual ha tenido un impacto negativo importante en la situación de las mujeres mexicanas hasta el tiempo reciente.