Pareciera que un modelo diferente de abordar las ciencias penales -abierto, poco común y hasta atrevido- se empieza a gestar desde el Instituto de formación Profesional. de frente a la tradición académica -tan clásica y conservadora de nuestro entorno- esta nueva dimensión muestra ya signos de vida y quizás también de fortaleza. el debate que se pone aquí a consideración del lector tiene su orígen en la conferencia que Claus Roxin declara en el Instituto de Formación Profesional en octubre de 2007. Ahí se originó el cambio. Tres penalistas comentaron la dicertación del Maestro de Münich y los tres debatieron sobre su contenido. Lo dicho aquel día fue publicado por el IFP. Ahora, esa publicación es objeto, a su vez, de comentarios, críticas (algunas de éstas ácidas) y de nuevas propuestas. Habrá quien se sienta incómodo con el debate y quien no comparta lo afirmado aquí. Pero lo cierto es que además de su aportación original, René González de la Vega se ha ganado, a su vez, una respuesta.
He tenido en mis manos un buen libro -espléndidamente editado- que contiene una conferencia dictada por el profesor Claus Roxin en México, en la que expone su teoría funcionalista del Derecho penal y su lectura me ha vuelto a llevar a esas regiones del infierno jurídico-penal por las que deambulamos muchas veces quienes nos dedicamos al estudio y práctica de las ciencias penales; he leído con cuidado la transcripción, -traducida cuidadosamente por Miguel Ontiveros- de sus palabras y por supuesto que es claro como el agua; dice cosas muy interesantes, pero no necesariamente verdaderas.
