La Virgen del Internet está dedicada, en especial, a Pilar Aramayo, Luz Elena Zamudio y Jorge Herrera, quienes a lo largo de los años han mantenido su fe en este escritor en ciernes.
Y en general a todos los habitantes del planeta, excepto a Karol Józef Wojtyla, Joseph Aloisius Ratzinger, Norberto Rivera Carrera, Juan Sandoval Íñiguez y a aquellos individuos que también lucran o han lucrado con la fe de las personas.
La novela gira en torno a una pareja a la que se le aparece en la pantalla de su computadora una Virgen, la Virgen del Internet, quien le transmite una serie de revelaciones (la principal es que el Internet es una herramienta inventada por el Demonio para envilecer a los humanos, lo que implica una paradoja porque utiliza el mismo medio del que pretende alejarlos que redimensiona la aparición y las reflexiones de los personajes, dándole una traza ambigua a todos los sucesos, hasta el extremo de que es difícil distinguir si se trata de una Virgen diabólica o celestial). Así, la aparición cambia drásticamente la vida de toda la gente que entra en contacto con la Virgen. Los personajes constantemente están en una dicotomía entre lo racional y lo irracional, lo real y lo irreal, y el sueño y la vigilia, por lo que, su mentalidad y su comportamiento son ondulantes. Las acciones se desarrollan en una pequeña ciudad mexicana a principios del siglo XXI.
