En el primer ensayo traducido como El derecho y la equidad, Leibniz define la doctrina del derecho como una ciencia que depende única y exclusivamente de definiciones, de pruebas racionales, es decir, en donde se tratan cuestiones de validez y no cuestiones de
hecho. Ahora bien, si la doctrina del derecho es una ciencia, y su fundamento es la demostración, y el principio de la demostración es la definición, por consiguiente hay que definir conceptos tales como "derecho", "justicia"y"justo" para medir el alcance de estas definiciones y así poder determinar nuestra ciencia.
El segundo ensayo, titulado La Justicia, plantea en qué consiste la justicia, y trata de determinar lo que comúnmente quiere expresarse cuando se llama a una acción justa o injusta. Si la justicia es una expresión fija, dotada de una determinada significación, tendrá que ser susceptible de ser definida o explicada por medio de un concepto comprensible. Se trata pues de
determinar el fundamento formal de la justicia y el criterio con que habremos de estimar las acciones.
En el tercer ensayo titulado La sabiduría, Leibniz argumenta que la sabiduría no es otra cosa que la ciencia de la felicidad, es decir, aquella que nos enseña a ser felices. La voluptuosidad de los sentidos debe regirse por las reglas de la razón. Nada sirve mejor a la felicidad que la iluminación del entendimiento y el ejercicio de la voluntad para que ésta obre siempre de acuerdo con él.