DESDE DE LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE 2008, EL DESARROLLO E IMPLEMENTACIÓN DEL SISTEMA ACUSATORIO EN MÉXICO HA PROVOCADO UNA AMPLIA Y DIVERSA CANTIDAD DE VERSIONES CONCRETAS SOBRE SU APLICACIÓN. UNO DE LOS PUNTOS CRÍTICOS Y DE MAYOR TRASCENDENCIA LO CONSTITUYE LA TRANSFORMACIÓN DE LA INSTITUCIÓN POLICIAL.
La obra explica el grado de intervención que en el modelo acusatorio debe alcanzar la institución policial en el diseño y aplicación de políticas criminales de persecución penal, de acuerdo con la facultad de corresponsabilidad asignada por el artículo 21 constitucional; describe las escasas facultades de la po
licía en el sistema penal de corte inquisitivo y la dispersión de sus criterios de trabajo que provocan corrupción e impunidad. Asimismo, propone un modelo de policía de investigación fundado en la misión y ética pública, en los principios del sistema acusatorio y en aquellos que son propios del juicio oral. Además, plantea un esquema de actividad policial de carácter profesional, dotada de un claro dominio de las ciencias forense y jurídica, que revestidas del principio de legalidad dará certeza y confianza en la producción de la prueba en el juicio oral. Al final, expone cómo resolver el desafío de construir un modelo de gestión policial que lleve a una reconversión cultural en los integrantes de la policía de investigaciones; se indica que el modelo de investigación en el sistema acusatorio implica la observancia de un código de ética policial, de procesos de certificación de la policía y de un sistema de evaluación.
En general, la obra hace énfasis de la necesidad urgente de vencer la cultura inquisitiva y dar paso a la lógica de la investigación con métodos y técnicas eficaces, que solo es posible desde una auténtica policía de investigación, profesional, científica y técnica, sustentada en una deontología que cubra en su conjunto la actividad policial.