La presente obra es un ensayo histórico sobre la Constitución gaditana promulgada en 1812 como la ley fundamental de la Monarquía española, en la que se establece una Monarquía constitucional, que deposita la soberanía en la nación y ya no en el monarca, limitando sus facultades. En Nueva España estuvo vigente en 1812 y fue un estímulo importante en varias regiones de Iberoamérica para fomentar la descentralización, primero, y, después, los movimientos independentistas. Su influencia es muy notable en la Constitución de Apatzingán (1814), promovida por el gran líder insurgente José María Morelos. En el México independiente estuvo vigente también y sus disposiciones fueron utilizadas para convocar al Constituyente en 1822 y en 1823 que produjo la Constitución de 1824. Además, en la Constitución gaditana se encuentran las bases de nuestro derecho electoral. Se explica en el ensayo cómo esta ley fundamental reconoció derechos humanos y libertades, que abrieron el camino al planteamiento constitucionalista de otros que se irían logrando en nuestro país tras el movimiento de la Reforma (1857) y la Revolución (1917).
