El velo de Antígona propone una lectura contemporánea de la tragedia griega de Antígona mediante la figura de Aicha, estudiante brillante y rebelde, que enarbola el velo islámico como símbolo de su libertad ante los miedos y certidumbres de la cultura occidental. Al reunir el drama con la reflexión filosófica y jurídica, el autor nos ofrece un acercamiento profundo y original en torno a algunas cuestiones a la vez clásicas y fundamentales para el futuro de nuestras sociedades democráticas: la libertad y la autoridad, la laicidad y el dogmatismo, así como el reconocimiento de la identidad y alterada en sociedades cada vez más plurales. Al retomar y actualizar las vicisitudes envueltas en e mito griego, ahonda en las contradicciones y pasiones de los seres humanos, como solamente lo puede lograr el teatro.