Las competencias que ostenta un órgano son claves para entender la posición de éste en el entramado institucional. Poseen una notable virtualidad explicativa para desentrañar la naturaleza y sentido del órgano en cuestión. Lo anterior resulta de especial relevancia en el ámbito de la jurisdicción constitucional debido a su trascendencia en el conjunto del sistema público.
En este libro se analiza de forma exhaustiva y precisa esta cuestión en el contexto iberoamericano, mostrando sus fortalezas y debilidades en un escenario ciertamente heterogéneo. Para ello se estudian los conceptos de jurisdicción constitucional y competencia, se diferencia entre la materia constitucional y legal y se examinan los procesos constitucionales (típicos y atípicos), los procesos no constitucionales y las atribuciones no contenciosas. Sobre esta base, en la correspondiente evaluación, se efectúa una crítica constructiva pretendiendo mejorar el desempeño futuro y avanzar por una senda que enriquezca la calidad de nuestra democracia.