Hoy más que nunca nos enfrentamos a una enorme complejidad política, jurídica y social cuando analizamos el ciberespacio y los derechos fundamentales que en éste se ejercen. ¿Es un territorio incontrolable? ¿Quién o quiénes deben regularlo?
Una de las críticas fundamentales al ciberespacio es que existen límites muy pequeños a la interacción a través del mismo, lo cual permite que se convierta en un mediosin gobernabilidad. Sin embargo, esta premisa es imprecisa y sólo favorece los intereses de umos cuantos que desean controlar y "proteger" lo que sucede en el ciberespacio, atentando contra otros derechos.
Sin duda, nos encontramos ante nuevas realidades que merecen respuestas jurídicas innovadoras y acordes con las inquietudes de los ciberciudadanos. El Derecho Internacional se ha visto superado, los modelos de gobierno ya no responden a todo lo que sucede en un lugar abierto, pero no por eso sin goce de derechos.
A través de la presente investigación se analiza una serie de propuestas regionales y nacionales en este sentido, que han resultado insuficientes y constituyen esfuerzos aislados. Asimismo, se examinan nuevas proposiciones que de manera globlal pudieran respoder a la necesidad imperante de contar con un ciberespacio que de manera real y efectiva se desarrolle otorgando a los cibernautas la seguridad jurídica que hasta el momento no ha podido garantizarse.