Este libro explora las implicaciones del diseño normativo e institucional del Sistema Nacional Anticorrupción, constituyéndose en el primer análisis desde tales puntos de vista, por lo que no es una mera descripción de la normatividad que regula dicho sistema ni adopta una perspectiva oficialista que da por cierta su adecuada operatividad. A partir de la racionalidad de su diseño se esclarece la forma como se compone, y se evidencia su complejidad. Este trabajo lleva a sentar las bases para evaluaciones posteriores de su funcionamiento, en aras del planteamiento de los fines y valores que subyacen a éste, y respecto de los cuales los autores son claros.
La corrupción, uno de los mayores problemas que aqueja a México, conlleva una respuesta institucional compleja, dados sus multifactoriales componentes y elementos, y comprende tanto la identificación de conductas corruptas como el trazo y desempeño de las instituciones públicas, con la indispensable participación de la sociedad. La corrupción no se restringe a un único sentido, sino que admite una serie de manifestaciones que se circunscriben a actos de corrupción en dos vertientes primordiales: tipos penales (delitos) y tipos administrativos, que dan lugar a responsabilidades administrativas entre las que destacan el soborno, el tráfico de influencias, la extorsión, el peculado y un variado elenco de conductas asociadas a la corrupción.
Esta obra resulta fundamental para entender el contexto del marco jurídico que regula el Sistema Nacional Anticorrupción, pues sistematiza y agrupa conceptos, mecanismos, procedimientos y principios que lo rigen, lo cual no se desprende explícitamente de los textos normativos sobre el combate a la corrupción, desde las modificaciones constitucionales hasta la expedición de las leyes generales (marco) que configuran normativamente el cambio constitucional.
