Luis Ortiz Macedo tiene distintas facetas que lo distinguen en su ejercicio profesional. El arquitecto desarrolló toda una trayectoria como maestro, proyectista, investigador y crítico de arte; pero también legó más de doscientas obras de diseño contemporáneo y ejerció importantes puestos como servidor público y en fundaciones privadas. Con esta trayectoria, recibió numerosos reconocimientos en el ámbito nacional e internacional, colocándose como una figura fundamental en la cultura mexicana contemporánea.
Aunque Ortiz Macedo fue experto en arquitectura, en este libro nos difunde todo tipo de arte como la escultura y pintura, así como casos representativos de ellas en todo México y parte de Latinoamérica, explicando la concepción artística que hubo en el México del siglo XIX: con el Clasicismo, que utiliza el repertorio formal grecorromano, sin dejar de inspirarse en las obras del Renacimiento y aun en la arquitectura y el arte barrocos; así como el Romanticismo, que encuentra sus principales fuentes en las artes de la Edad Media, practicando a la par un eclecticismo que no deja de lado las influencias orientales.