Más allá del crimen organizado o del problema de salud que las drogas representan, Oscar Báez explora la realidad de los campesinos que han encontrado en la amapola y la marihuana un mecanismo de subsistencia, principalmente en la sierra de Sinaloa.
El libro que el lector tiene en sus manos, constituye una radiografía del México que no queremos ver: las estrategias fallidas de la lucha contras las drogas y la necesidad de incorporar un enfoque social en los mecanismos para hacer frente a esta problemática.
En las páginas de Cultivos Ilícitos, el autor nos recuerda que el fenómeno de las drogas no sólo es de seguridad nacional: también es consecuencia de la pobreza y el abandono del campo.