El concepto de imputación es central en la teoría del delito. Es más: puede decirse que la teoría del delito actual es una teoría de la imputación. En esta obra se ofrece un interesante contrapunto dialéctico entre dos de las formulaciones doctrinales más difundidas del momento presente: de un lado, la doctrina kantiana de la imputación, expuesta y defendida en el presente libro por el Profesor Miró Llinares, Profesor Titular de la Universidad Miguel Hemández de Elche (España) y la doctrina funcionalista de la imputación objetiva, expuesta por el Profesor Miguel Polaino-Orts, Profesor de la Universidad de Sevilla.
En su colaboración, Miró Llinares ofrece una revisión de la teoría de la imputación objetiva y no se conforma con desmontar una sistemática artificial e innecesaria, sino que ofrece, a partir de la doctrina kantiana de la imputación, un modelo explicativo del injusto que supera los defectos metodológicos de la que sigue siendo la teoría del injusto más seguida y mejora la rapidez analítica que exige cualquier teoría del delito, sometiendo a crítica la concepción de autores como Jakobs y Roxin, de la que considera que ni es imputación, ni es objetiva.
Por su parte, Polaino-Orts cuestiona la realidad de los avances ofrecidos por la concepción kantiana de la imputación, critica sus postulados básicos y configura la imputación sobre la base de cuatro elementos básicos: imputación como infracción de un deber (imputación normativa), quebrantamiento de un rol (imputación personal), defraudación de una expectativa social (imputación social) y atribución de un sentido social (imputación valorativa, comunicativamente estabilizadora).