Este libro ha tenido suerte dispareja. En la primera ocasión en que fue dictaminado, en el Instituto de Investigaciones Jurídicas, fue rechazado. Luego, fue adoptado como libro de texto por el profesor José Antonio Estévez Araujo, catedrático de Filosofía del Derecho en la Universidad de Barcelona, durante el primer semestre de 1995. Con posterioridad ha seguido siendo utilizado en esa universidad, aunque ya no como libro de texto. Esto permitió hacer dos ediciones en Barcelona. Luego fue traducido al portugués en Porto Alegre. Agotado en México, Fontamara decidió adoptarlo para su colección principal, lo cual agradezco mucho. Este libro se usa también en la materia Sociología Jurídica en el posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM, en donde tampoco se aceptó mi permanencia como profesor. Poca "lógica" académica, ésta de quitar a un profesor, sin motivos, pero mantener sus libros.
La suerte ha sido dispar, pero en conjunto positiva, si de cuestiones académicas se trata. En esa oportunidad he hecho algunas correcciones de estilo, y muy pocas de fondo. Excepción: el tema del derecho como máscara, que aparece en el capítulo final del libro, y que he agregado ahora.
Mientras tanto, la Sociología Jurídica se ha continuado cultivando en el mundo, pero llegando poco a las facultades de derecho, o haciéndolo con dificultades. En México la asignatura se ha incorporado a los estudios de licenciatura en Sociología, en la UNAM. No así en la Facultad de Derecho, en donde existe sólo en el posgrado. Esto no deja de ser extraño. Pero tiene qué ver con procesos circunstanciales. En este caso, el bienvenido interés de varios profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, adonde, espero que ahora sí hasta el final, he venido a recalar. Allí estamos en la tarea de crear un espacio de enseñanza e investigación empírica en estos temas del estado y el derecho. Este libro ya se ha usado también en cursos en esta facultad, al parecer con éxito. Esta nueva edición debería confirmar esto ultimo, o bien dar la razón al primer dictaminador.
Insisto en no abundar en la bibliografía, lo cual me ha sido criticado. Me parece que, no siendo un libro que pretende ser exhaustivo, sino apenas señalador de temas, incitación a pensar motivos de tesis, provocador de mayor investigación y curiosidad, debe precisamente obligar a buscar en otros libros, en las bibliotecas, información que no está ni intentaba estar presente. De todos modos, en los pocos libros citados, se encuentra bibliografía casi exhaustiva.
Como todo profesor, deseo que este libro siga siendo útil. También me hubiera gustado que quienes me han criticado lo hubieran hecho públicamente, en alguna reseña. No encuentro mejor manera de debatir que ésa. Tanto como no entiendo cómo es posible la diatriba subrepticia, la descalificación "en corto" que no se atreve a mostrarse, que es lo que me ha tocado en suerte. Me gustaría mejorar el libro, y por eso me gustaría el debate.
México, noviembre de 1998