A partir del informe de Fragmentación del Derecho Internacional de la Comisión de Derecho Internacional de Naciones Unidas, se desencadenó entre los juristas una fascinación por estudiar la labor de las cortes y los tribunales internacionales. En este trabajo, Guillermo Estrada optó por hacerlo a partir de la interpretación judicial, para vincular al derecho internacional y la teoría del derecho.
Con abundancia de fuentes doctrinales, documentales y jurisprudenciales, el autor se aproxima con cautela y con decisión a los problemas interpretativos de las normas convencionales que protegen derechos humanos. Sin descuidar las diferencias entre los sistemas regionales, apuesta por una prudencia judicial interamericana que permita construir un mejor escenario de respeto y garantía de los derechos.
