La reforma del proceso penal que viene produciéndose en una diversidad de países del continente americano ha tenido una significativa influencia del procedimiento penal norteamericano. Esta ha sido perennizada por el catedrático muniqués Bernd Schünemann como la marcha triunfal del procedimiento penal norteamericano en el mundo.
Sin embargo, el posible impacto positivo de los contenidos de la legislación procesal penal norteamericana en las reformas latinoamericanas, formulado en términos de eficacia y celeridad, resultan seriamente afectados cuando los operadores del sistema de justicia penal deben aplicar un cuerpo normativo cuyos rasgos parciales son desconocidos o, al menos, poco comprendidos por ellos. Este estado de ignorancia o de confusión se ve incrementado por la proliferación de cursos de capacitación dictada por instructores que desconocen de los contenidos esenciales del modelo norteamericano.
