Del prólogo de Jorge Witker Velásquez
Con satisfacción, inicio estas reflexiones, con ocasión del texto, Curso de Retorica para la Argumentación Jurídica, del joven maestro Ivan Adelchi Peña Estrada, libro que se relaciona con una temática, que por largos años ha concentrado mi preocupación.
En efecto, en el campo de la epistemología jurídica, se ha producido una multiplicidad de enfoques, que apuntan a revisar la naturaleza y función que cumplen, el derecho en la sociedad contemporánea.
El aporte de Kelsen, orientado a identificar la esencia normativa y aspirar a una ciencia juridica formal, lejos de los factores condicionantes de la misma, suponiendo que las normas son, creaciones humanas, que, una vez publicadas por los órganos competentes respectivo, adquieren vida propia. Así, el legislador es un ente mítico que crea leyes y normas neutras y purificadas. Dicha visión positivista, ha dominado por largo tiempo, la ciencia jurídica tradicional, tanto en Europa como Latinoamérica y Mé-xico. Integran de esta manera, el sistema o familia continental-románico del derecho.
En dicho escenario jurídico-cultural, la enseñanza del derecho, se ha convertido en una narrativa lineal, en la cual, la fuente del conocimiento emana del maestro, y los estudiantes, sujetos pasivos, deben asimilar pasivamente y luego evaluarse con la mayor fidelidad y repetición posible de la mente humana, privilegiando solo la memorización, como actividad cognitiva básica. Dicho escenario positivista formal, ha cambiado cualitativamente y ese derecho, derivado del Estado-Nación, ha sufrido cambios evidentes. Las tres categorías del Estado moderno: población-territorio y soberanía, han erosionado la fuerza de ese derecho y hoy ante los procesos de integración-globalización, ya se habla del fenómeno jurídico, que exige un enfoque crítico-dialógico, tanto en la docencia, como en la investigación y que alcanza a la aplicación misma de las normas.