La irrupción de lo digital ha propiciado nuevas formas de hacer en todos los ámbitos, facilitando la comunicación y el intercambio de todo tipo de contenido, se abren caminos y oportunidades pero también se presentan peligros y situaciones no deseadas. La comunicación posverdad muestra la ausencia de condiciones en la esfera pública para que los ciudadanos sepan distinguir lo que es una información válida y verificable de lo que no; así como una tendencia a seleccionar y difundir solo aquella información que congenia con las posturas ideológicas de cada persona.
En tiempos de cambio, incertidumbre y políticas públicas fallidas, el libro invita al lector a pensar en la ciudadanía digital como alternativa para recuperar el espacio público que ha sido capturado por grupos de interés, medios de comunicación que manipulan hechos, y por diversos grupos de participación ciudadana, que son adversarios del bienestar colectivo. ¿Cómo lograr que la ciudadanía digital se materialice como una alternativa para recuperar el espacio público?
La respuesta se construye reconociendo un contexto de riesgo donde predominan los datos smog y un mundo de imágenes que conducen a falsas expectativas y decisiones equivocadas. Aun cuando el ciudadano está cansado de la política y a la vez en busca de satisfactores que lo ayuden a comprender su realidad, el libro sugiere que la ciudadanía digital es la oportunidad de mejorar la economía, la propia política y nuestra sociedad.