El presente trabajo tiene como objetivo dar luces sobre los aspectos jurídico-penales más importantes del tratamiento de este gran Crimen Global, como lo denomina CASTELLS que facilitan la impunidad, intentando desenredar los nudos de las redes de las conexiones que ayudan en las sinergias de estas formas de criminalidad, a los efectos de proponer una propuesta de Política Criminal efectiva, dentro de los cánones del Estado de Derecho. Es decir, primero se verá el panorama general, el funcionamiento en red de estas formas de criminalidad, para luego abordar los puntos más álgidos de los nodos, llegando al punto neurálgico de los supuestos de difícil distinción entre criminalidad organizada y criminalidad económica.
Se trata de indagar primero por qué son tan fáciles las sinergias de estas formas de criminalidad, señalando los aspectos generales de colaboración entre estas diversas formas de criminalidad transnacional, para en un segundo momento detectar los puntos de colaboración a los efectos de dificultar las actividades criminales en estos lugares comunes con propuestas preventivas y represivas.
La finalidad que anima este trabajo es la convicción de que es necesario luchar contra estas formas de criminalidad tan cambiantes, flexibles y con tanto poder de dañosidad en nuestras sociedades, creando una batería de mecanismos jurídicos idóneos, dado que hoy en día las formas de actuación criminal más importantes se desenvuelven en contextos normalizados, en los límites de lo legal e ilegal, en despachos. Administraciones públicas, negocios, dentro de actividades inocuas, como la actividad industrial, comercial o profesional, en el seno de sociedades legales e ilegales, donde se mezclan actividades lícitas e ilícitasL Como pusieron de manifiesto en Ferracuti y Bruno, respecto de la criminalidad organizada que ya mostraba su capacidad emprendedora:
En suma, la Criminología y el Derecho Penal ha podido disciplinar los comportamientos cuando se trataba de la división entre comportamiento desviado individual (criminal) y Sociedad, pero los fenómenos criminales de los que nos ocupamos discurren en relaciones sociales consentidas, buscadas, engañosas, opacas, pero no siempre claramente contrapuestas con la Sociedad, lo que la hace más difícil de desentrañar, no siempre encuentra reproche social y, por tantos, los mecanismos de control social informales suelen fallar para enfatizar sus aspectos prohibitivos.