La imaginación criminológica culmina la trilogía iniciada por Jock Young con La sociedad «excluyente» y continuada por El vértigo de la modernidad tardía. Inspirándose en la obra de Charles Wright Millis La imaginación sociológica, Young se dirige al criminólogo contemporáneo ya quienes estudian para serlo. El autor realiza una dura crítica a las corrientes criminológicas positivistas -mayoritarias en nuestros días-, que sitúan el eje principal del estudio criminológico en el dato estadístico y en la abstracción empírica, como si de una ciencia exacta se tratara, prescindiendo de una aproximación crítica y del análisis subjetivo, cultural y etnográfico que dio lugar a la nueva criminología, de la que Young fue fundador y destacado defensor.
Mediante una escritura ácida e inteligente Young saca a la luz las insuperables debilidades del método científico-natural cuando éste se pretende aplicar sin reservas a la criminología. En lugar de ello, el autor aboga por recuperar la aproximación subjetiva característica de corrientes sociológicas como la teoría de la desviación, la del etiquetamiento o la de las subculturas, defendiendo que sólo sobre esa base pueden realmente llegar a aprehenderse los motivos que se encuentran en la génesis de la delincuencia, más aún teniendo en cuenta el contexto multicultural tan característico de nuestra modernidad tardía.