En este libro se analizan paso a paso las decisiones estratégicas y operativas de la estrategia de comunicación digital de la organización, esto es: el diseño y contenido de la web, el posicionamiento en buscadores, la publicidad online, el e-mail marketing, la web 2.0, las redes sociales y otras tendencias, como la comunicación viral, móvil, o comunicar jugando, entre otras. Al mismo tiempo, se contemplan los aspectos jurídicos que de dichas actuaciones se derivan, todo ello acompañado de numerosos ejemplos prácticos y de un conjunto de documentos y formularios legales muy útiles para la puesta en marcha y desarrollo de su estrategia de comunicación comercial.
En las empresas, estamos todos bastante desconcertados. ¿Por qué? Entre la crisis y la revolución tecnológica en la que nos encontramos, se respira un clima de incertidumbre. Y es que estamos viviendo «el final de los negocios tal y como los conocemos». Oímos cada día que tenemos crisis de consumo, crisis del mundo de la publicidad, crisis en todos los sectores y la gente comenta: ¡ja ver si se acaba la crisis! Pero hemos de ser muy conscientes de que los tiempos pasados no volverán. La tecnología y la economía digital han cambiado para siempre la manera en cómo trabajamos, la forma de comunicarnos, la forma de compartir y de tomar decisiones. Y ante estos cambios, ¿qué puede hacer mi empresa para beneficiarse de la economía digital? Tenemos que ser conscientes de que si seguimos sin hacer cambios significativos... acabaremos como han acabado muchas empresas de los sectores de viajes, música, periódicos, editoriales... que han sido los primeros afectados. La revolución tecnológica les ha barrido. No estamos en una «época de cambios», sino en un «cambio de época». En esta revolución digital que ha cambiado la sociedad y las empresas, las tecnologías de la información y las comunicaciones son los compañeros de viaje imprescindibles para aprovecharse de las ventajas de la economía digital. Y todas las áreas de las empresas están afectadas. Pero si hay un área especialmente afectada es toda el área de comunicación y marketing de las empresas. Así, en los últimos años, mientras que la inversión en los medios convencionales se ha estancado o disminuido, la partida destinada a la comunicación digital ha registrado -y sigue haciéndolo-tasas de crecimiento muy positivas. Hoy en día, prácticamente todas las empresas disponen de página web (o tienen intención de tenerla en un futuro próximo) y son muchas las que invierten en mejorar la visibilidad de su web en buscadores o tratan de estrechar los lazos con sus clientes a través de campañas de e-mail marketing