Afirma el autor en su prefacio que desde que se acuñó el término psicópata en 1809, la psiquiatría ha procurado hasta nuestros días poder dirimir a ciencia cierta las características de estas personalidades. No ha resultado tarea sencilla dice: idiota moral; pérdida del autogobierno, cambio morboso de toda estructura del organismo psíquico, carencia de empatía, son algunas de las varias características que se le ha atribuido a tal categoría psiquiátrica. La presente obra está encaminada a desarrollar dos preguntas simples: ¿qué es un psicópata?, y ¿es imputable? Desde el punto de vista jurídico, la respuesta a este último interrogante es de suma importancia, por cuanto ello redundará en si es pasible de pena o de una medida de seguridad.
El trabajo está dividido en cinco capítulos que abarcan la totalidad de la problemática, a saber, 1) el psicópata y su problemática; 2) psicopatía e inimputabilidad; 3) distintas posturas en cuanto a la imputabilidad; 4) fundamentos en relación a que el psicópata es siempre imputable, y 5) síntesis jurisprudencial.
Especialmente el último capítulo resulta sumamente útil y actual, porque en él el investigador vierte las diversas posturas emanadas de la praxis judicial penal, existiendo, por ejemplo, aquellas que afirman que el psicópata es imputable, o bien, que el psicópata es inimputable, distinguiendo a su vez: a) sólo si no puede comprender la criminalidad de sus actos o dirigir sus acciones conforme esa comprensión; b) sólo en casos muy graves y excepcionales; c) cuando sus efectos sean similares a los de la psicosis, y d) siempre; o las que subrayaron que corresponde la aplicación del favor rei; o aquellas que marcaron diferencias entre personalidad psicopática y rasgos psicopáticos.