Éste es un libro destinado básicamente a los principiantes. Además es un libro simplificado, orientado a mostrar globalmente de un vistazo el ejercicio de la abogacía, que como hemos dicho integra los saberes del Derecho Procesal. Tal vez alguna idea pueda ser útil a abogados ya formados, pero creemos que éstos debieran saber lo que aquí se dice y mucho más.
Trataremos de que el libro sea simple y agradable, pero como se sabe, entre el dicho y el hecho hay un gran trecho. Es cierto que un abogado novel puede asustarse si lee trabajos como el del maestro Cueto Rúa, con relación a lo que un abogado debe hacer y saber. Luego de leído este artículo sentirá pánico y deseos de abandonar la profesión. Si sirve de algún consuelo, como lo que el artículo dice es cierto, a mí también me dio pánico. Sin embargo el abogado debe sobreponerse a estas situaciones.
No obstante creo que la introducción en el mundo jurídico debe ser más suave. Esto no significa que no haya que hacer ningún esfuerzo. Hay que hacer un notable esfuerzo, y además se requieren ciertas condiciones. El tener determinadas condiciones para realizar cierta tarea y no tenerlas para otra no va en desmedro de nadie, ya que ninguna persona tiene todas las condiciones para cualquier tarea. No basta hablar mucho como decían nuestras abuelas para ser un buen abogado, sin embargo, en nuestro sistema procesal civil y comercial hay que, por lo menos, saber escribir.