En este trabajo, Fletcher muestra su preferencia, por lo menos en lo que se refiere a la solución del problema de la defensa putativa, por el pensamiento jurídico estructurado característico de la Dogmática jurídicopenal alemana, aunque no por ello deja de mostrar también su simpatía por el razonamiento jurídico plano predominante en el mundo anglosajón, en la medida en que éste favorece un mayor pluralismo y una sociedad más tolerante y democrática. Ambos sistemas tienen, como se ve, sus ventajas y sus inconvenientes, y pueden emplearse válidamente siempre que se utilicen de forma coherente y conforme a determinados valores de Justiciay seguridad jurídica. Probablemente, la solución ideal sería la síntesis entre ambas formas de razonamiento jurídico, pero ello parece todavía hoy, a pesar de la tendencia a la globalización también del pensamiento jurídico, de la existencia de una Corte Penal Internacional y de los problemas jurídicos comunes que afectan a todo el mundo, una entelequia.