La protección jurídica del medio ambiente se ha convertido hoy día en una herramienta indispensable para tutelar la salud de los habitantes y, a su vez, garantizar que las generaciones futuras cuenten con los recursos suficientes para desarrollarse plenamente.
Sería difícil concebir un mundo en el cual no estemos conectados, en el cual no competa a todos la protección del ambiente y la gestión sustentable de los recursos naturales. Al respecto. Octavio Gauna ya señaló con justicia que la salud de los habitantes del planeta depende en buena medida de la calidad del ambiente en que se nace y se vive. En tal contexto, el derecho ambiental emerge como una rama del derecho que no puede ser catalogada de "independiente" ya que se encuentra edificada, nutrida e interrelacionada con todas las demás. Es por ello que decimos que la finalidad del derecho ambiental es única, ya que además de regular la protección de la naturaleza (con implicancias, claro, en el derecho comercial, laboral, civil, administrativo y penal), abarca también la protección del derecho humano a un ambiente sano (derecho constitucional, civil, etc.)