Los derechos de las personas son la base de acción de las instituciones sociales. Sin embargo, la realización plena de los mismos sigue siendo un tema que tiene deudas con la sociedad. Si bien es cierto, es un ideal el gozar de las prerrogativas sin cortapisas ni dilaciones, la realidad exhibe que aún existen demasiados pendientes para que cualquier persona viva con dignidad.
El Estado se legitima materializando los derechos y las garantías insertos en la normatividad. Las leyes contienen los principios y las reglas que sustentan, protegen y tutelan los derechos de la gente, y permiten en un triple plano contar con mecanismos de defensa, instrumentos de exigibilidad, y para la debida justiciabilidad de los mismos.
Los derechos sustantivos y adjetivos de la población son los medios para que las personas puedan desarrollar libremente su vida., y cuenten con los medios para que sea digna. Ante la falta de cumplimiento de estos, se produce una desigualdad que conculca sus garantías y limita sus pretensiones, al menoscabar, discriminar, soslayar o ignorar sus pretensiones de vida.
Por otro lado, los funcionarios públicos y los servidores privados son el medio para que la sociedad solicite que sus derechos sean considerados y respetados en caso que sean desconocidos, violados o invalidados. Es menester mencionar, que el papel de los operadores jurídicos tiene muchas áreas de aplicación para el cumplimiento de los derechos civiles y políticos, por lo mismo trata de que los medios legales sean asequibles y próximos a la población, y no que provoquen un desencuentro o frustración para los justiciables que piden el ejercicio de sus libertades y derechos.
Este libro investiga, expone y analiza diversos casos jurisdiccionales de las personas que poseen una preferencia sexual independiente de los cánones tradicionalistas de la sociedad. Estos asuntos fueron resueltos por el Poder Judicial, reivindicando sus derechos fundamentales, asegurando la anhelada igualdad de derechos, y con ello, se forme una mejor república.