La administración de justicia además de pronta y cumplida, debe ser eficaz, y la institución de las medidas cautelares contribuye con tales propósitos. Sin un régimen cautelar no es posible hacer efectivas las decisiones judiciales que tutelan el derecho reclamado.
El nuevo ordenamiento procesal deroga el Código de Procedimiento Civil, confiriéndole al juez mayor poder cautelar para ser utilizado con criterios razonables y ponderados en cada caso, que contribuirán a materializar las decisiones judiciales.
Este libro se ocupa en el estudio de las medidas cautelares. En primer lugar hace una breve reseña histórica sobre el tratamiento que han tenido las cautelas en nuestro sistema procesal, para exponer luego el régimen cautelar adoptado por el Código General del Proceso, tanto en los asuntos civiles declarativos y ejecutivos, como en los de familia, con un panorama que le permita al juez activista administrar justicia según se va desarrollando el proceso.