Romper la comodidad política es el objetivo central del libro. Hemos asumido que la democracia liberal constituye el "fin de la historia", adaptándonos a la apatía, al individualismo caníbal, a la desigualdad y a la negación de la política.
La pandemia sin embargo nos ha recordado la posibilidad de la extinción. En un planeta enfermo, global por naturaleza, digitalizado y cambiante, la humanidad agobiada por las incertidumbres, pero a la vez más informada que nunca, se debate entre la debilidad de la forma de Estado, el predominio del mercado y de las tecnologías, el auge de nuevas comunidades virtuales, el aislamiento, la inteligencia artificial y propuestas políticas polarizantes y extremas.
Se requiere un nuevo Estado, más próximo a la forma política de la República, a la par que conciliar los actuales intereses de individuos y colectivos con lo público, mediante unas nuevas ética, política y estética. También recorrer caminos para hacer más humana (justa y feliz) la humanidad, entendida en su dimensión planetaria.
Tenemos la oportunidad de pensar y actuar para renovar la democracia e interpretar el "gobierno de los trinos". Imperan hoy las plutocracias y las timocracias. La democracia se está quedando vacía en contenidos, formas y electores. Hay ausencia de participación y diálogo, en medio de movilizaciones sociales por el reconocimiento y la dignidad.
La justificación social y ética de la democracia demanda sistemas de protección social fortalecidos y combatir la corrupción con formas renovadas de intervención.
Sin política y sin democracia, el camino para los populismos y totalitarismos se hace inevitable. La invitación es a construir instituciones políticas para un mundo virtual, que frenen la destrucción de la Tierra y que generen condiciones razonables de igualdad.
La tarea es de todos los humanos y no da tregua: por todo lo que nos une y sobre todo lo que nos separa.