La autora afirma que la experiencia del daño de las mujeres afectadas por graves violaciones a los derechos humanos aún es un área de investigación que requiere ulteriores desarrollos. La visión preponderante en el campo de la justicia transicional, como lo han denunciado las feministas críticas, se construye desde una narrativa patriarcal, en la que la experiencia vivida por la mujer no necesariamente se ha tratado con suficiente cuidado y atención.
Es en ese contexto en el que las preguntas de la autora encuentran su plena pertinencia: "¿Qué ocurre entonces si efectivamente la experiencia de las mujeres en los conflictos sociopolíticos no es reconocida por el discurso jurídico, sino que pertenece a una construcción sesgada que desde el dualismo impide conocer las vivencias y afectaciones propias del cuerpo vivido en esos conflictos? ¿Qué ocurre cuando una sociedad busca dejar el pasado atrás y establece mecanismos de justicia transicional para lograr verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición sobre la base de un discurso jurídico sin considerar la totalidad de los daños experimentados por las mujeres? Si la experiencia de las mujeres en los conflictos armados no contempla la imagen completa (Bennoune, 2007) de los daños ocasionados en los conflictos, ¿se estarían logrando los objetivos de la justicia transicional? ¿Quedaría el pasado atrás realmente? ¿Qué oportunidades existen de sanar una sociedad que no ha obtenido toda la verdad sobre los daños experimentados por las mujeres?"
Este libro constituye una lectura obligada en el campo jurídico, puesto que contribuye a la reflexión de la forma como el modelo de justicia transicional en Colombia está abordando el problema de la experiencia femenina de los daños que han ocasionado los múltiples perpetradores en el conflicto armado colombiano, y por la relevancia que esta reflexión puede tener en una perspectiva comparada.