Como la misma autora le plantea al, no se puede ser serio para entender a Arciniegas, ni para entender el paralelo aquí planteado y mucho menos para estudiarlos en el contexto de la posmodernidad. Por eso no teme afirmar Para los que conocen los escritos de Macedonio y Arciniegas, es fácil reconocer esa teoría posmoderna en los dos autores muy adelantados a su tiempo. Lo llamativo es que la autora presente evidencia de un cierto paralelismo entre estos dos personaje contemporáneos, no sólo en su estilo literario, sino en sus vidas privadas.
Pero muy propio de su pluma, deja la responsabilidad de entender este planteamiento en manos de un lector activo, el único lector que desea tener: Así es como esta obra pasea al lector por la vida de cada escritor, por sus obras más interesantes o relevantes y en últimas, de manera amena, convence de que Arciniegas y Macedonio Fernández se parecían tanto, tanto, que sus vidas paralelas llegaron a cruzarse como un destino irremediable, pero afortunado.querido lector, no se puede ser serio para entender a Arciniegas, ni para entender el paralelo aquí planteado y mucho menos para estudiarlos en el contexto de la posmodernidad. Por eso no teme afirmar Para los que conocen los escritos de Macedonio y Arciniegas, es fácil reconocer esa teoría posmoderna en los dos autores muy adelantados a su tiempo. Lo llamativo es que la autora presente evidencia de un cierto paralelismo entre estos dos personajes contemporáneos, no sólo en su estilo literario, sino en sus vidas privadas.
Así es como esta obra pasea al lector por la vida de cada escritor, por sus obras más interesantes o relevantes y en últimas, de manera amena, convence de que Arciniegas y Macedonio Fernández se parecían tanto, tanto, que sus vidas paralelas llegaron a cruzarse como un destino irremediable, pero afortunado.