La publicación de un nuevo libro sobre Derecho Penal Juvenil, como la obra del Licenciado CARLOS ANDRÉS GUZMÁN DÍAZ, es una importante ocasión para reflexionar acerca de los objetivos, contenidos y desafíos de este nuevo derecho penal.
Con la aprobación del Código de la Infancia y la Adolescencia del 2006, Colombia como la mayoría de los países de nuestra región latinoamericana, superó, por lo menos en el ámbito legislativo, los conceptos y estructura del modelo tutelar. Modelo que se caracterizó por reclutar una gran cantidad de niños, por su sola condición de desventaja económica y social. Generando una represión indiscriminada, particularmente a los niños que se encontraban en condición de vulnerabilidad social. Sus presupuestos básicos de intervención lo constituyeron el abandono, material y moral, en que se encontraban estos niños. Desde luego, cuando estos niños eran incorporados en este Modelo Tutelar, se desconocía por completo la aplicación de garantías judiciales, tanto sustantivas como procesales.
Precisamente porque, como muy acertadamente se ha señalado, los niños no eran considerados sujetos de derecho, sino más bien meros objetos de intervención.
