El mundo en vías de desarrollo vive una época de renovado interés por la implementación de lo que se ha conocido como "políticas industriales". La expresión genera algo de escozor porque se asocia, al menos en América Latina, con generalizadas políticas proteccionistas de hace algunas décadas. Más allá de los réditos que en su momento puedan haber rendido algunas de esas políticas, el ambiente no es propicio para volver a ellas en la era de la globalización. Por esto los defensores de la "nueva política industrial" se preocupan por marcar distancias con respecto al viejo modelo de subsidios y protecciones arancelarias para grupos selectos de productos. Se enfatiza más bien la idea de impulsar una transformación productiva, guiada por principios de sofisticación y diversificación de la canasta productiva para contrarrestar el peso de las exportaciones de bienes primarios.