Los delitos de tráfico de fauna, caza y pesca ilegal conforman el tema escogido por Luis Felipe Guzmán para explicar los factores de degradación de los recursos biológicos descritos en los tipos penales, y analizar el tipo penal con el que se pueden completar los espacios en blanco de la disposición normativa.
A partir del derecho ambiental y del derecho penal. Angela Amaya y Carmen Eloísa Ruíz analizan en su artículo el delito de deforestacíón, identifican el marco normativo que regula el uso y la conservación de los hosques naturales en Colombia, y lo comparan con los esquemas de protección puestos en marcha en otros países amazónicos.
Reconociendo que incluso en el marco de la Constitución ecológica colombiana es viable y necesario desarrollar actividades mineras, Jorge Fernando Perdomo Torres examina la explotación ilícita de minerales, considerada una actividad riesgosa que hace necesaria la intervención del derecho penal.
A partir de la exposición de la compleja problemática asociada con los baldíos, Jaime Augusto Correa Medina describe el tipo y realiza algunas consideraciones de orden político y legislativo respecto de su apropiación ilegal.
En el último artículo de la segunda parte Alberto Gómez Mejía analiza los agravantes de los tipos penales y su utilidad, a la vez que profundiza en su contenido encontrando dificultades para describir las circunstancias que harian más gravosa la pena para el sujeto activo del delito.
La tercera y última parte de esta obra, en la que se estudian los asuntos relativos a la responsabilidad por daños al medio ambiente, se abre con el capítulo del profesor Eduardo del Valle, quien se aproxima a los conceptos de daño ambiental puro y daño consecutivo en Colombia con el fin de clarificar su contenido, así como la responsabilidad resultante de la generación del daño.