[...J "Lo que a simple vista pudiera parecer un ejercicio doctrinal más sobre la siempre compleja construcción juridica de la venganza social, es decir, de nuestro Derecho Penal, a lo largo de estas páginas el lector es introducido a una reflexión de mucho más calado, no sólo sobre los limites de dicha venganza social punitiva, sino sobre el lugar de las víctimas en las tipologías y procedimientos penales en la actualidad. Ese locus victimorun es el lugar de partida de Sampedro para guiarnos a las profundidades, casi insondables, de nuestra responsabilidad como sociedad en el tratamiento de los delitos, de sus culpables y, sobre todo, de las víctimas como único logos que puede dar sentido a todo el sistema punitivo. Sampedro quiere detener el tiempo de los del echos y someterlo a un necesario escrutinio, porque el tiempo de las víctimas se detuvo en el preciso instante en que su existencia se vio sometida a la violencia y la barbarie humana. Y ese escrutinio se fija desde el concepto de responsabilidad con las víctimas como desiderátum único y determinante en cualquier construcción juridica que pretenda castigar y reparar el daño causado. Todos como sociedad, nos dirá Sampedro, estamos obligados a este ejercicio de introspección y responsabilidad compartida.[...]"