La autora, ha tenido el acierto de investigar, sistematizar y escribir sobre un tema procesal específico que se refiere a la existencia de un "régimen" probatorio en el sistema interamericano. No me queda duda de que, efectivamente, el tiempo dedicado a deslindar los principios probatorios y los criterios desarrollados, tanto por la Comisión como por la Corte Interamericana, permiten que quienes leamos este libro, encontremos aristas de apoyo para documentar, alegar y probar violaciones de derechos humanos desde una perspectiva mas segura y oportuna para garantizar el resultado del proceso de que se trate. De igual manera, es un insumo fundamental para quienes trabajamos desde la academia, en investigación y, por supuesto, en cualquier dimensión del litigio estratégico en derechos humanos. También tiene una utilidad importante para quienes resuelven y deciden casos desde los mismos organismos internacionales de derechos humanos competentes y por supuesto, para las víctimas que son las personas usuarias y razón de ser de la existencia del sistema interamericano.