A pesar de la realidad colombiana, donde el conflicto annado, la pobreza, las presiones migratorias, las huelgas, y el comercio ilegal de estupefacientes, definen las causas estructurales de nuevos fenómenos de violencia que han aumentado progresivamente las tensiones sociales y políticas del país, otorgándole al Ejecutivo la posibilidad de declarar el estado de excepción o a su aplicación de facto, casi de manera permanente, convirtiendo lo "Anormal" en una costumbre "Normal", a partir de la promulgación de la Constitución de 1991 el estado de excepción se ha convertido en una figura en desuso, pues la última declaratoria exequible del estado de excepción de conmoción interior fue en el año 2002, durante el Gobierno de Alvaro Uribe Vélez, desde entonces, durante el gobierno de Santos solamente ha habido declaratorias del estado de emergencia.
Por lo anterior, con esta tesis pretendo analizar las causas que permitieron que la figura del estado de excepción en Colombia, no siguiera siendo un AS bajo la manga del Presidente de la República, que le permitiera suspender, restringir o limitar los derechos de los ciudadanos para salvaguardar la seguridad jurídica, y las razones de Estado. En ese sentido, se hace muy importante señalar que el principio de proporcionalidad y el control constitucional de los estados de excepción usado por la Corte Constitucional colombiana, sería un modelo a seguir por otros Estados, que siguen enfrentando la excepcionalidad como si fuese parte del paisaje cotidiano.