La obra aborda el derecho de petición desde una óptica que inicia, como todo texto guía debe hacerlo, con la ubicación conceptual de la figura, en donde se presentan sus antecedentes y las normas que lo regulan (Cap.I). Se pasa luego a explicar cuál es la finalidad del ejercicio del derecho de petición ante las autoridades, y para ello, ilustra al lector sobre el concepto de autoridad. También nos pretende mostrar que este derecho, como todos, tiene unos limites incluso cuando es ejercido frente a ciertas entidades del orden nacional e internacional.
A su vez de manera pedagógica y clara nos indica qué tipo de formulaciones se puede realizar a través del derecho de petición desde la solicitud de intervención de las autoridades, la prestación de un servicio, el requerimiento de una información y hasta la proposición de consultas, quejas, reclamos, denuncias e inclusive resalta su utilidad, como quiera que con él se pueden formular recursos.
El autor insiste en la importancia de formular peticiones dentro de parámetros respetuosos, sin que por ello pierda su informalidad, ya que también podrá hacerse de manera verbal.