Tanto el médico como el abogado en el ejercicio profesional, deben adecuarse a la lex ortis, entendida como un conjunto de conocimientos de la ciencia en un momento determinado en el primer caso, y como la normativa y jurisprudencia vigente en un tiempo
especifico, en el segundo. La medicina tiene en miras a la salud psicofisica de la persona, la abogacía, en cambio, direcciona su mirada a la protección del ejercicio de los derechos consagrados en el plexo constitucional de Colombia, como, asimismo, en los
Tratados Internacionales de Derechos Humanos.
Como veremos, la relación médico-paciente deriva de una serie de deberes y exigencias mutuas que no solo se eireunseriben al aspecto deontológico, valorativo o ético, sino también a estrictas normas jurídicas que regulan derechos y obligaciones entre ambas partes, y que giran en torno a la adecuada atención médica del paciente.
Estas cuestiones nos ha llevado a emprender la presente obra con el afán, quizás un poco ambicioso, de individualizar los principios del derecho civil de Colombia, aplicables a la praxis médica, que se constituyan como vehículos simbióticos de enlace entre ambas disciplinas, y de esta manera lograr: la mayor protección de la dignidad física, psíquica y social de los seres humanos.