Frente a un mundo conmocionado a causa de las consecuencias de una pandemia desconocida, cuyas consecuencias en el orden social, económico, político y del medio ambiente no terminamos de evaluar, renunciar a la continuidad de los Congresos Iberoamericanos y Europeos que nos han unido con ésta, VIII edición, era perder la oportunidad de intercambiar experiencias; en donde hemos tenido que innovar, flexibilizar y acelerar la era disruptiva que nos planteó la Revolución 4.0 que veníamos desarrollando dentro de los planes de implementación marcados por una era en constante cambio.
El Tratado que hoy presentamos es la conquista de un espacio académico que desafió la pandemia y que reflexiona sobre la nueva realidad que nos depone el futuro, en cuanto es innegable el reto para la Seguridad Social en los próximos años, nuestros Sistemas de Salud han venido experimentando duras pruebas y han quedado al descubierto sus inmensas debilidades; frente a una gran cantidad de población vulnerable ha sido preciso movilizar todos los recursos para protegerlos y hacer menos dolorosas sus condiciones de vulnerabilidad.
El objetivo final es reunir las herramientas para que entre todos construyamos un mundo mejor, en donde uniendo esfuerzos, podamos salir de esta honda crisis universal y por ello, más grave aún, de la que se menciona con efectos terribles en la Segunda Guerra Mundial y la Crisis del 2008. Ésta es una crisis global y por ello, las acciones tendrán que ser igualmente globales.
