El cambio climático es un problema a escala global, cuyos efectos tienen un impacto significativo en las personas, los ecosistemas y la infraestructura social, constituyéndose en uno de los dos más grandes desafíos de la humanidad en esta época (Organización de las Naciones Unidas, 2019). Así, la Administración Pública del Estado tiene el deber de responder a este fenómeno, de forma transversal; tomando medidas en todos los sectores de la economía y concertando con los actores sociales, comunidad, academia, ONGs, grupos partidistas, etnias, instituciones, gremios y el escenario supranacional a efectos de lograr una respuesta efectiva.
Por lo anterior, en esta obra se analizan las formas en virtud de las cuales la Administración Pública interviene en materia de cambio climático, a través de sus estrategias de gestión; mitigación y adaptación. Para cumplir con dicho propósito, en primer lugar, se ahonda en la teoría ius administrativista que fundamenta las manifestaciones gubernamentales, y luego se explica cada una de las formas escogidas para el análisis, a saber: la policía, el servicio público, el fomento, la planificación y la sanción.
El libro se ocupa de analizar y evaluar el alcance y enfoque de cada forma de intervención en asuntos de cambio climático para cada uno de los niveles territoriales, tomando como referente general las realizadas a nivel nacional, concentrándose, en el nivel distrital, especialmente en las ciudades; Barranquilla, Cartagena de Indias y Santa Marta.