LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978, COMO ES BIEN SABIDO Y SE REFLEJA BRILLANTEMENTE EN LOS TRABAJOS QUE COMPONEN ESTA OBRA COLECTIVA, HA TENIDO UNA GRAN INFLUENCIA EN LOS PAÍSES HERMANOS DE IBEROAMÉRICA QUE ELABORAN SUS CARTAS MAGNAS A FINALES DEL SIGLO XX Y PRINCIPIOS DE SIGLO XXI.
EFECTIVAMENTE, EN LA HISTORIA DE UN PAÍS HAY HITOS HISTÓRICOS QUE CONTRIBUYEN A CONFORMAR LOS RASGOS DE LA CIUDADANÍA POLÍTICA DE SUS HABITANTES. OLVIDARLOS, DESVIRTUAR SU SENTIDO, O CONVERTIRLOS EN UN TÓPICO INERTE, AFECTA DE MANERA INMEDIATA A NUESTRA PROPIA IDENTIDAD DE CIUDADANOS. POR ESO NO ES OCIOSO, SINO UN SALUDABLE EJERCICIO POLÍTICO, QUE RECORDEMOS LA CENTRALIDAD QUE ENTRE LOS ESPAÑOLES OCUPA EL 6 DE DICIEMBRE DE 1978. ESE DÍA, SE ABRIÓ PARA ESPAÑA, PARA TODOS LOS ESPAÑOLES, UN ESPERANZADOR PANORAMA DE LIBERTAD, DE JUSTICIA, DE IGUALDAD Y DE PLURALISMO POLÍTICO. RECORDAR ESTA FECHA ES RECONSIDERAR EL VALOR DE ESTOS PRECIADOS BIENES, REMEMORAR EL ESFUERZO DE SU CONSECUCIÓN Y REAFIRMAR NUESTRO COMPROMISO DE PRESERVARLOS Y ENRIQUECERLOS PERMANENTEMENTE.
LA VISIÓN CONSTITUTIVAMENTE PLURAL DE LA NACIÓN ESPAÑOLA, INTEGRADA POR NACIONALIDADES Y REGIONES, IMPLICA CIERTAMENTE RECONOCER UN RELIEVE POLÍTICO A LA VARIEDAD TERRITORIAL, CON UNA INDUDABLE RELEVANCIA POLÍTICA. PERO ESTE PLURALISMO POLÍTICO-TERRITORIAL NO PONE EN CUESTIÓN EL ESPACIO POLÍTICO COMÚN.
LA CLAVE CONSTITUCIONAL ESTÁ EN LA ROTUNDA AFIRMACIÓN DE AMBOS PLURALISMO POLÍTICO TERRITORIAL Y ESPACIO POLÍTICO COMÚN FRENTE A LAS EXPRESIONES DEL PENSAMIENTO ÚNICO, ESTÁTICO Y CERRADO, SEA EN CLAVE DE UNIFORMIDAD O DE DISGREGACIÓN.
