Es importante señalar que hacer un prólogo de una obra de ciencia jurídica es una tarea compleja, pues implica condensar su esencia y establecer una conexión entre los autores con el lector. De inicio advierto que, cada obra, cada capítulo, párrafo e idea, es un testimonio valioso y único del esfuerzo de los autores, por esa razón considero una distinción presentarle de manera muy sucinta las páginas que conforman los once capítulos de esta obra. A lo largo de estas líneas, además de transmitir mi gratitud a los autores, encontrará un enfoque cuidadosamente elaborado, que busca capturar la riqueza, esencia de los temas de relevancia y trascendencia que componen la estructura del libro y que subyacen en las páginas siguientes.
A través de la lectura de este texto, se obtiene una experiencia enriquecedora que inspira a la reflexión, el cuestionamiento y la apertura hacia temas de complejidad juridica en el escenario contemporáneo. No obstante, ante los nuevos retos y problemáticas sociales que el mundo atraviesa se cuenta con una de las herramientas más interesantes que ha creado el ser humano producto de su intelecto, razonamiento y de su conciencia, me refiero al derecho, el cual también es complejo, pues regula la convivencia humana, estableciendo de manera clara las normas que permiten, obligan o prohiben ciertas conductas, que como personas dentro de una sociedad tenemos que cumplir para que se pueda vivir bajo los parámetros y estándares que exige la dignidad, así como convivir en condiciones de paz, justicia e igualdad.