En esta tarea a desarrollar quiero abrirme paso invocando la muy noble labor de HANS KELSEN. Él -como ningún otro supo descifrar el derecho, encontró la forma más sutil de su depuración científica y en últimas lo considero su liberador por excelencia. Buscó acertadamente el objeto de su disciplina y se puede observar sin esfuerzos excesivos su trabajo desde las primeras páginas de su obra: "como teoría quiere conocer única y exclusivamente su objeto. Procura responder a la pregunta sobre qué es el derecho, pero no a la cuestión de cómo debe ser o cómo debe elaborárselo. Es ciencia del derecho y no política del derecho".
No me satisface la manera como otros doctrinantes se centran en sus discursos a criticar el statu quo, tomando el sendero de las posibilidades, anhelos y expectativas sin desarrollar las respectivas materias y sus instrumentos tal y como se presentan o en el peor de los casos, sin tener como fundamento a un método científico que moldee sus inquietudes. No es un estancamiento del derecho lo que propongo, sino un análisis frío y objetivo lo que me apasiona. Es un llamado prudente a observar los problemas con calma y a escudriñar en las normas -en su concepción universal-la solución para los inconvenientes normales.