La poesía de Meira Delmar posee una armonía estilística que busca recrear con las palabras la belleza efímera de la naturaleza. A través de sugerencias y matices se insinúa un más allá trascendente donde los rasgos estéticos se convierten en atributos de la divinidad. Entre ritmo poético y la respiración personal, entre la emoción del poema y el drama individual del poeta, esta renovada poesía alcanza una profundidad, una densa significación, un dramatismo y una fuerza significativa verdaderamente memorables, que convierten a Meira Delmar, por la autenticidad de su obra y por el dominio de su lenguaje, en una de las grandes poetisas del país y de la lengua en nuestros días. Entre ritmo poético y la respiración personal, entre la emoción del poema y el drama individual del poeta, esta renovada poesía alcanza una profundidad, una densa significación, un dramatismo y una fuerza significativa verdaderamente memorables, que convierten a Meira Delmar, por la autenticidad de su obra y por el dominio de su lenguaje, en una de las grandes poetisas del país y de la lengua en nuestros días.