Llegamos a una segunda edición de los presentes comentarios sobre la Carta Magna, el ordenamiento supremo que rige el sistema jurídico del país.
México, nación afortunada, representa un ejemplo para el Miuido. Su lucha por la libertad, lo cual implica establecer un sistema democrático, que viene desde principios del siglo XIX, allá en 1824, previa la Guerra de Independencia, cuando promulga la Carta Federal. Instrumento jurídico-político que establece el Estado Nacional.
Luego, en 1857, con base en la Revolución de Ayutla, nace la Constitución del medio siglo. Un ordenamiento que establece la separación del Estado y la Iglesia; hecho sobresaliente para su tiempo.
Esta Carta Suprema incluye un amplio catálogo de "Derechos Humanos" que ampara el orden jurídico mexicano.
Y en 1917, una vez terminado el movimiento revolucionario, el constituyente de ese año, establece antes que nación alguna, el sistema de seguridad social a favor de trabajadores, campesinos y clases desvalidas en general. Ejemplo que siguieron otros países.
Se habla de reformar la Constitución, con el pretexto de Reformar al Estado. La norma suprema del México actual, sólo requiere de una puesta al día en castellano moderno. Luego podrán practicársele algunos cambios para disminuir las facultades del Poder Ejecutivo Federal, principalmente de su titular, a fin de trasladarlas al Congreso de la Unión.
Agradezco a investigadores, académicos, jueces, magistrados, ministros, postulantes, funcionarios judiciales, funcionarios públicos, estudiantes y público en general, el entusiasmo con que han recibido la primera edición del presente trabajo.
Los lectores, siempre ilustrados y ávidos de mayor información y conocimientos, son quienes, en última instancia, contribuyen al éxito de tareas editoriales como la presente.
México, D.F. 6 de enero de 2003.
JOSE R. PADILLA