La impartición de la justicia, en toda época y en todo lugar, ha estado lejos de ser perfecta. En contracorriente de lo que el Derecho dicta en la teoría en la praxis aparecen siempre irregularidades u omisiones, voluntarias o no, por parte de quien hace valer la ley, que ponen en riesgo la integridad de los miembros de una sociedad. Es por eso que la existencia de una institución con autoridad ante el Estado que vele por el respeto a los derechos humanos se ha hecho necesaria. Dicha responsabilidad ha recaído desde hace varios años en comisiones autónomas. tanto de carácter nacional como internacional, que tienen la encomienda de ser observadores que salvaguarden los derechos humanos y, en caso de una violación a estas libertades, denuncien ante la opinión pública o extiendan recomendaciones a la autoridad.
En México la aparición del ombudsman es muy reciente. Su labor defensora inició apenas en 1990. Sin embargo a pesar de su breve historia, es necesario conocer, para entender el largo camino que aún queda por recorrer, los hechos que motivaron su creación. el contexto al que obedeció que se reconociera su necesidad en la conformación de un verdadero Estado de Derecho. Los retos a futuro son mayúsculos, tal como lo demuestra fa realidad. Las graves violaciones de los derechos humanos como las detenciones arbitrarias. la tortura, los asesinatos de periodistas y la histórica discriminación de grupos vulnerables siguen siendo problemáticas de nuestro tiempo que exigen una respuesta. Hacer un recuento de los pasos andados en esta materia, como se propone en esta obra puede aproximarnos a soluciones concretas, que se traduzcan en vías auténticas hacia la democracia y la equidad.