Ahora que cada vez es más recurrente la utilización del Derecho penal, debemos esforzarnos por anteponer su análisis reflexivo y sustentado. Para estar en posibilidades de hacerlo es necesario ubicarnos en los fundamentos, establecer las bases sobre las cuales se deben abordar los problemas que atañen a esta disciplina. En este libro pretendemos destacar algunos de esos fundamentos, convencidos de que la labor del Jurista es de suma relevancia en la consolidación del Estado democrático.
El estudio del Derecho y más aún del Derecho penal, no es una actividad intelectual de segunda, comparado con lo que se hace en otras ramas del conocimiento. Sin embargo, pregonar este rango no es suficiente si no se ofrece una justificación rigurosa. Ese es nuestro principal objetivo en esta obra. No hay planteamientos novedosos sólo un esfuerzo sintético. Esperamos cuando menos ofrecer una aproximación al tema.