Los trabajos que se exponen a continuación han sido escritos en diferentes momentos para presentarlos en congresos y otras reuniones de carácter internacional celebrados en Cuba durante los últimos años. El discurso que estos temas encierran permite que se les agrupe con el título elegido, pues se refieren a la cuestión procesal cubana en la esfera penal, sus características generales y, en particular, en la fase judicial del procedimiento, para cuya comprensión es necesario conocer la estructura y funciones del sistema judicial incluyendo las de la fiscalía y la abogacía, así como ciertos principios e instituciones básicas de la organización de los tribunales cubanos.
A pesar de que estos temas fueron hechos separadamente y para ocasiones distintas, encierran coherencia en el asunto que abordan y le ofrecen al lector una idea generalizadora, global y amplia del sistema de justicia en Cuba.
Estas ponencias se caracterizan por estudiar el tema en su ámbito doctrinal para fundamentar, en lo pertinente, los elementos de la realidad práctica que cáda uno ofrece. Con igual propósito, algunos de ellos se extienden a señalar elementos históricos y políticos que trascienden al conocimiento del sistema judicial y procesal penal vigente en la Repüblica, con sus limitaciones y avances, sus virtudes y defectos, lo que ya se ha hecho y lo que perspectivamente queda por hacera corto y mediano plazo.
Los trabajos aquí incluidos fueron preparados para personas interesadas en conocer el Derecho Penal y el Derecho Procesal Penal, es decir, el sistema penal en Cuba, y tales temas posibilitarán a este lector el mejor entendimiento.de la legislación cubana en el campo judicial y, quizás, le permitirá llegar a realizar ciertas comparaciones con otras legislaciones e instituciones de diferentes países.
En los temas que he traído al libro se aportan datos de la realidad cubana, específicamente de su sistema de justicia penal, lo cual se conjuga con opiniones favorables y críticas muy personales, y estas, por supuesto, como señalo en varias ocasiones, pueden no coincidir con los criterios y valoraciones de otros autores. De esta manera, pretendo incitar a los lectores a la reflexión y al necesario análisis de ciertas problemáticas, que si bien no se agotan en la exposición, al menos se analizan con los elementos necesarios para su comprensión.
Es mi ambicioso propósito contribuir, modestamente, al desarrolló del pensamiento procesal de nuestra época, y en particular al deseo de perfeccionamiento del sistema penal y procesal de Cuba, que prevalece en el ánimo de los penalistas cubanos, ansiosos de que nuestro sistema de justicia esté a la altura de las conquistas alcanzadas por la Revolución Cubana.
El Autor
La Habana, marzo de 2000
