A fines de abril de 2015, pocos meses antes de la entrada en vigencia del Código Civil y Comercial, Rubinzal-Culzoni Editores publicó mi conciso libro titulado La aplicación del Código Civil y Comercial a las relaciones y situaciones jurídicas existentes. Lo escribí, como afirma su Prólogo, durante el "inquietante" enero de ese año.
Concomitantemente, un fructífero debate comenzó a través de diversos artículos doctrinales y decisiones judiciales. El "disparador" fue un "plenario" de la Cámara de Apelaciones de Trelew, fechado el 15 de abril de 2015, ampliamente difundido en las publicaciones tradicionales y en diarios jurídicos on line; en lenguaje cotidiano, podría decirse que esa decisión se "hizo viral". Los camaristas civiles de esa ciudad patagónica anunciaron, anticipadamente y sin distinción alguna, que no aplicarían el nuevo Código, que entraría en vigencia el 1º de agosto de 2015, a ningún asunto que llegara a ese tribunal que hubiese sido resuelto en primera instancia sobre la base de las disposiciones del Código Civil o del Código de Comercio.