Es una obra para todos, como debe ser. La tarea de tomar distancia, de alejarse de lo que podría suscitar un ejercicio de valoración, es difícil como lo es también la explicación cabal del contenido de las sentencias, y el indispensable resumen de la controversia y de su enfoque. Apartar lo descartadle y destacar lo relevante no es una labor simple y, en esta faceta, la trayectoria dilatada de Miguel Ángel Maza, como magistrado de ambas instancias, se percibe con intensidad. El lector advertirá (y valorará) que se trata de un jurista que, con su trabajo cotidiano, durante años, ha sido hacedor de jurisprudencia y que, por lo tanto, cuenta con una visión muy calificada del proceso de creación de esa norma individual que es la sentencia.
El autor ha ceñido en el tiempo los pronunciamientos que analiza y esta elección debe ser celebrada, no sólo porque marca la actualidad y vigencia de los precedentes y evita al lector enfrentarse con una doctrina superada, sino porque resulta indiscutible que, a partir del 2004 y en el período al que se refiere, la Corte Suprema de Justicia de la Nación ha tenido un protagonismo superador, que se evidencia no sólo por los plurales temas que ha tratado, sino por la profundidad de los planteos y la concurrencia de votos individuales, que exponen una gran riqueza de perspectivas, más allá de los pareceres que susciten.